SOBRE LAS RECUPERACIONES EN JUNIO EN LUGAR DE EN SEPTIEMBRE

Hace unos días, el diario La Opinión recogía la propuesta de los directores de instituto de educación secundaria de adelantar al mes de junio las pruebas de evaluación extraordinarias de septiembre, con la finalidad de que la asignación de profesores para el inicio del curso escolar no se viera afectado por el proceso de matriculación de los alumnos. Otra ventaja también derivada del adelanto al mes de junio de las recuperaciones de septiembre sería que el alumnado suspenso pudiera ser evaluado por el mismo profesor que le ha impartido la materia durante el curso, pues, si el profesor es interino, no se le garantiza el nombramiento para el curso siguiente. La legislación al respecto es bastante contradictoria y da lugar a chapuzas y episodios grotescos, como el protagonizado por el exdirector del IES J. L. Castillo Puche de Yecla, ANTONIO RODRÍGUEZ MAS, que se analizará más adelante. Cada año por el mes de julio la Consejería de Educación dicta una orden en materia de recursos humanos que establece que el profesorado interino que obtenga un nombramiento con efectos de 1 de septiembre para el curso siguiente en un centro docente distinto a aquél en que fue destinado el curso anterior debe acudir a éste en septiembre a evaluar a los alumnos suspensos en junio, siempre que haya alumnos que evaluar, claro está. No dice nada esta orden sobre quién debe evaluar a los alumnos suspensos en que caso de que su profesor no obtenga un nuevo nombramiento con efectos de 1 de septiembre. Lo cierto es que en la práctica no existe coordinación entre el centro antiguo en el que el profesor interino impartió sus clases y el nuevo en el que obtuvo destino para el curso siguiente, coincidiendo a veces las actividades de evaluación de un centro con las de inicio de curso del otro, lo cual dio al lugar al episodio referido, protagonizado por el mencionado exdirector de Yecla, Antonio Rodríguez Mas, quien, siguiendo las indicaciones del inspector FERNANDO LÓPEZ AYERRA, que, a su vez, obedecía órdenes a través del móvil del inspector JESÚS GÓMEZ GÓMEZ, modificó las actas de evaluación y los partes de faltas de su centro, un año después de su redacción original, para acusar a un profesor de no evaluar en septiembre a unos cursos que no eran suyos o a otros cuyos alumnos lo habían aprobado todo en junio. Así como suena. Se daba el caso de que este exdirector anotó en el parte de faltas falso unas horas que el profesor había faltado en su centro coincidentes con la celebración del claustro de inicio de curso en el nuevo centro y con las reuniones de departamento para el reparto de cursos y grupos. La finalidad de todo esto era expulsar al profesor de su puesto de trabajo para dárselo al hijo de una profesora jubilada del otro instituto de Yecla, ADRIANO MUÑOZ PASCUAL, que aprovechó su puesto para intentar ligar con sus alumnas, menores de edad, asaltándolas en la calle con frases como Ahora que no somos profesor y alumna... Por si fuera poco, la actuación de este exdirector obtuvo el respaldo de la inspección educativa y, a partir del curso 2009/2010, la orden en materia de recursos humanos dictada por la Consejería de Educación para el curso siguiente obliga a todos los directores de instituto de la Región de Murcia a ser tan imbéciles como el exdirector de Yecla y a anotar en el parte de faltas de sus institutos la ausencia a las pruebas de septiembre del profesorado que tiene destino en otro centro en el que está atendiendo las necesidades para el correcto inicio de curso.