SOBRE EL MIR DE LOS DOCENTES

Una de las novedades más disparatadas que pretende introducir el ministro de educación para mejorar la calidad de la escuela pública es la realización, por parte de los docentes, de un período de prácticas similar al llamado MIR de los médicos. Esta medida, sin duda, refleja la debilidad de la administración para coger las riendas de la enseñanza pública, cargando toda la responsabilidad del fracaso de ésta en los docentes, cuando más bien este MIR sería más indicado a la caterva de dirigentes ineptos que maman de la administración pública a costa de los impuestos de los ciudadanos, percibiendo sueldos con más ceros que la distancia en kilómetros de la Tierra al Sol: asesores, directores generales, directores de instituto, jefes de estudios, etc. a los que no se exige más titulación que el carnet del PP. La Consejería de Educación se dedica ahora a eliminar a su antojo a los profesores de la lista de interinidad. Lo sucedido en los últimos años en los dos institutos de Yecla es de vergüenza: el director del IES J. L. Castillo Puche, Antonio Rodríguez Mas, modificó unos partes de faltas y unas actas de evaluación para acusar a un profesor de faltar a su centro porque no evaluó en septiembre a unos alumnos que no eran suyos o que lo aprobaron todo en junio. La finalidad de este delirio era expulsar al profesor y colocar en su puesto al hijo de una profesora jubilada del IES José Martínez Ruiz “Azorín” de Yecla, Adriano Muñoz Pascual, a quien el director había aconsejado inscribirse en el SEF como demandante de empleo poco después de que expulsaran al citado profesor, con el beneplácito del inspector de zona, Jesús Gómez Gómez, quien obligó a otro profesor del IES J. L. Castillo Puche a permanecer de baja durante todo el curso escolar porque el director lo acusó de supuestos abusos sexuales hacia su hija, menor de edad. Es increíble que esto pueda pasar, pero es la pura realidad.