Releyendo entre artículos de opinión de tema educativo encuentro uno destacado tanto por su contenido, contrario a la enseñanza pública, como por su autor, ANDRÉS NORTES NAVARRO, convertido hoy en Subinspector Jefe y Subdirector General de Personal de la Consejería de Educación, todo un “pez gordo”, que en la práctica se traduce en sueldos elevados y vehículos oficiales a costa de los contribuyentes.
Al referido artículo se puede acceder en internet en estos dos enlaces en el marco de lo que parecen unas jornadas sobre educación:
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Su publicación es del año 2000, cuando D. Andrés era un simple jefe de estudios de un instituto de secundaria (complemento de sueldo y reducción de horas lectivas), cargo nada comparable al que ostenta hoy.
En su artículo, que lleva el siniestro título La ESO nació muerta, este “personaje” dibuja un panorama tétrico de la enseñanza y, así, llama a los centros públicos, seguramente a todos, puesto que no distingue, almacenes donde los zanguangos que más gritan son los que imponen su ley. Se muestra contrario a la escolarización obligatoria en la ESO, pues desprecia la consecución del título de Graduado en Educación Secundaria. Amplía sus insultos a los alumnos, también a todos, con términos como chicos desmotivados, inadaptados y gamberros, analfabetos funcionales. Además, alaba el sistema educativo del franquismo y sólo le ha faltado decir aquello de con Franco vivíamos mejor. El papel de profesor lo compara con el de domador y reconoce su impotencia ante la indisciplina que, según él, impera en las aulas, también en todas. Por último, confunde la Cultura Clásica con el Latín y afirma que en esta asignatura no se imparten contenidos, sino que sólo se proyectan diapositivas de anfiteatros. El Griego para él no existe.
El papel de D. Andrés ante este panorama es de mero expectador, pues hace dejación de su función de jefe de estudios, al no aplicar ninguna medida correctora.
La razón por la que critico su artículo es porque este “personaje” fue el encargado de redactar un informe que sirvió para sancionarme con CINCO MESES (cuatro veces por lo mismo) de suspensión de funciones por publicar un artículo en la prensa donde criticaba la decisión del director del IES J. L. Castillo Puche de Yecla de apartar de la docencia a aquellos profesores que se interponen en su camino, con el beneplácito verbal del inspector del Altiplano, así, por ejemplo, a un profesor al que denunció por presuntos abusos sexuales hacia su hija.
La pregunta que cabe hacerse es ¿tiene que aguantar la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia a personajes de este tipo? ¿Qué servicios presta a la sociedad en compensación a su sueldo un cargo público que se dirige a la prensa para insultar a alumnos, padres y profesores?
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